lunes, 27 de octubre de 2014

Un punto de oro ganado bajo palos

El encuentro ante el Espanyol era más importante de lo que podía parecer a simple vista. En la situación que está el Deportivo, muy cerca todavía de los puestos de descenso, todos los partidos son trascendentales y puntuar en ellos fundamental. Pero más cuando es ante un equipo que tiene el mismo objetivo que tu, al que visitas en su campo y tras ganar con un contundente 3-0 al equipo revelación de la temporada como es el Valencia. Por lo que puntuar ante los catalanes era necesario, y termino consiguiéndose.

Como hemos dicho el Depor venía de ganar muy holgadamente a un Valencia que estaba siendo la revelación de la temporada, por lo que Víctor Fernández opto por dar continuidad al mismo once que había jugado la jornada pasada en Riazor ante los de Nuno. Pero eso no tuvo el efecto esperado y el nivel bajo considerablemente, cosa que se pudo apreciar desde los primeros compases del encuentro. Las constantes perdidas en la salida de balón, que cerca estuvieron de dar un susto, y la imprecisión en el pase de jugadores como Medunjanin, completamente desaparecido, o Cuenca en zona de tres cuartos obligaban al Depor, ya muy echado atrás, a tener que defenderse en todo momento. El mejor ejemplo de esto era Ivan Cavaleiro, quien jugaba como una especie de falso nueve. El portugués no dejo de correr para trabajar en defensa llegando a posiciones muy retrasadas, cosa que después perjudico a los blanquiazules. Con Cavaleiro tan retrasado y desgastado en la labor defensiva, no había ninguna referencia en la que apoyarse o darle un balón en largo cuando recuperabamos el balón, cosa que facilitaba las perdidas en la salida ante la falta de apoyos.

Fabricio repitió titularidad y se convirtió en héroe con sus intervenciones.

Y esos errores del Deportivo continuaron siendo la tónica dominante en el segundo tiempo, donde tan solo la figura de Fabricio destacaría por el conjunto coruñés. Si decimos que la primera parte fue un dominio local, en la segunda esto se acentúo todavía más. Las ocasiones 'pericas' se sucedieron una tras otra, más o menos claras, y siempre se encontraron con Fabricio. Las más claras fueron una gran parada a un remate de cabeza a bocajarro de Caicedo y otra de bastante mérito ante otro buen remate con la cabeza esta vez de Stuani. Segunda titularidad esta temporada y segunda vez que deja la puerta a cero, sin duda está aprovechando bien su oportunidad el guardameta canario y, de momento, él solo ya ha ganado un punto muy importante para el club.

Se termino consiguiendo ese punto que al principio dijimos que era tan importante. Y se consiguió con mucho sufrimiento y gracias a Fabricio. Estos puntos que ganas fuera de tu estadio, incluso en casa, cuando has sido peor durante el encuentro y no lo merecías son los puntos que a final de temporada acaban marcando diferencias. Ojalá este las marque, y ojalá logremos muchos más puntos ya sea en forma de victorias o empates de la misma manera. Será entonces cuando logremos la permanencia en Primera, objetivo primordial.

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