domingo, 21 de septiembre de 2014

Un partido para la historia, pero en lo negativo

El Madrid regresaba a Riazor tras un año de ausencia debido al descenso blanquiazul. El regreso del conjunto blanco había ilusionado a la afición local con, tras haber cosechado la primera victoria de la temporada, retomar la maldición que duro casi 18 años. 18 años en los que el Madrid nunca logro ganar en Riazor, coincidiendo con los grandes años del Deportivo y, ya al final, con la decadencia del mismo. Pero no pudo ser, y el objetivo de retomar una costumbre tan placentera para la afición tendrá que esperar.

Mal comienzo...

Los primeros minutos del Deportivo en el encuentro no fueron malos. Sólidos atrás sin conceder demasiado y con las ideas claras en ataque. Unas ideas que, como ya explicamos en la previa, se vieron enfocadas en muchas ocasiones a que la jugada acabará en la banda para poner un centro al área o en jugadas a balón parado. Así se llego a crear algunas ocasiones, no excesivamente claras, pero si que trasladaban la sensación que en alguna jugada se podía terminar dando la sorpresa. Pero todo esto cambio en el minuto 28. Y fue en el minuto 28 porque fue cuando llego el gol de Cristiano Ronaldo. El atacante portugués se elevo por encima de toda la zaga blanquiazul para rematar a la perfección y batir a Lux, que no pudo hacer nada para evitar el tanto.

Media hora de partido y 0-1 en el marcador. La situación no era del todo mala. Se complicaba la victoria, pero el empate todavía se seguía viendo muy posible. Pero pronto llegaría otro golpe para los de Víctor Fernández. Ocho minutos después del gol de Ronaldo, James Rodríguez cogió el balón en la frontal del área y, con un disparo magistral que entro por la misma escuadra, puso el 0-2 en el marcador. Un 0-2 que descartaba casi por completo la victoria, pero que no terminaba de quitar las ilusiones de poder empatar. Pero volveríamos a llevarnos otro golpe, y este sería casi el definitivo. En el minuto 41, tan solo 5 después del gol del colombiano, habría un balón en largo al que Lux saldría hasta casi el centro del campo, pero se quedo a media salida y Benzema se hizo con la posesión. Como último recurso el guardameta argentino derribo al francés -de haberse parado el juego sería expulsado- pero el balón cayo a Ronaldo que, a puerta vacía, anoto el tercero del encuentro y el segundo en su cuenta particular. Ahora si que casi todas las ilusiones y esperanzas de la afición se esfumaron por completo.

Ronaldo fue la figura del encuentro al anotar un hat-trick.

Buenos minutos de la mano de Cuenca

Al comienzo de la segunda parte Víctor Fernández dio entrada a Juan Domínguez e Ivan Cavaleiro por Juanfran y Hélder Postiga, respectivamente. Con estos cambios Fariña paso a la banda derecha dejando la mediapunta para Juan Domínguez, Cavaleiro se ubico en la banda izquierda y Cuenca ejerció de falso nueve. Sería el ex del Barcelona quien, con mucha libertad para moverse por el terreno de juego, lidero los mejores minutos blanquiazules en el segundo tiempo. Minutos que valieron para, con el segundo tiempo recién iniciado, anotar un gol de penalti, transformado por Medunjanin y provocado por Isaac Cuenca, que devolvió a la afición la ilusión de poder luchar hasta el final por un punto de oro.

Cuenca fue el mejor del Deportivo en un partido nefasto del equipo.

Pero poco duraron las alegrías. 15 minutos después del tanto del bosnio Bale anoto el cuarto para el Madrid. Y en los 12 minutos siguientes al gol del galés, vendrían otros dos tanto que dejarían el encuentro visto para sentencia. Primero Bale de nuevo y luego Ronaldo completando así un hat-trick, fueron quienes en 12 minutos quitaron las ilusiones por completo al poner el 1-6 en el marcador. Casi lo mejor del encuentro, y de lo poco positivo que se puede sacar de un resultado así, fueron los buenos minutos de Cuenca y los destellos de calidad que dejo sobre el césped de Riazor.

... y peor final

Si hablábamos de que el comienzo del encuentro no había sido el mejor, el final fue todavía peor. Tras recuperar la ilusión desde los once metros, todo se esfumo en apenas 12 minutos. Anotaría el segundo el Deportivo, gran remate de Toché tras un gran centro de Cuenca, pero el Madrid aun tenía una bala en la recamara. Entraría Chicharito en los minutos finales por Benzema, jugando así su segundo partido en la Liga BBVA, y sería él quien culminará el partido. Al mejicano le valieron, y casi sobraron, los 14 minutos que estuvo sobre el terreno para estrenarse como goleador en España. 14 minutos y dos disparos, así de simple, se convirtieron en dos goles que convirtieron un mal partido de los locales en un encuentro histórico para los dos conjuntos.

Si decíamos en la previa que el Deportivo entraba en un periodo de 5 días con dos partidos complicados era por algo. Con sacar 2 puntos de los 6 posibles ya era un resultado más que positivo, pero la derrota cosechada ayer ya lo hace imposible. El partido ante el Celta será también muy difícil, además se disputa en Balaidos, por lo que conseguir la victoria, y casi diría que hasta el empate, se antoja muy complicado. Complicado si, pero no imposible, por lo que habrá que darlo todo. Así, ya de perder, no dar una mala imagen ni dejar tampoco un resultado que pueda terminar pasando a la historia y que genere dudas entorno al equipo. Ya no hablemos de lo que dirían los aficionados del eterno rival, que mejor será no pensar en ello si sucede. Pero ahora lo importante es superar y olvidar lo sucedido ayer, y empezar preparar concienzudamente el encuentro del martes.

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