martes, 7 de octubre de 2014

Debacle en tierras andaluzas

El Deportivo llegaba a Sevilla con una racha de tres derrotas consecutivas que habían dejado al equipo en una situación muy complicada. Sin duda, el encuentro ante los andaluces no era el ideal para darle la vuelta a la situación, pero no por ello había que tirar la toalla. Los de Víctor Fernández mostraron una imagen peor que ante el Almería, y volvieron a cometer errores muy habituales en el inicio liguero que terminaron costando otra derrota más dejando al Depor como colista de la Primera División con un bagaje de 4 puntos de 21 posibles.

Poco en ataque...

La producción ofensiva de los blanquiazules fue nefasta. En ningún momento, sin tener en cuenta acciones puntuales ya con el 4-1 en el marcador, lograron intimidar a la defensa sevillista. Víctor Fernández planteo el partido con el equipo muy echado atrás. Conocedor de lo peligroso que puede ser el Sevilla con espacios a la espalda de la defensa, más con jugadores como Bacca, Vitolo o Deulofeu en el once, busco anular esa virtud colocando la línea defensiva muy cerca del área, algo que tampoco favoreció al equipo.

Tan encerrado estaba que nunca presiono la salida de balón del Sevilla, ni si quiera hacían un simple amago. No es bueno darle tanta libertad para que suban conduciendo con tiempo para pensar a jugadores como Banega o Denis Suárez, ya que puede marcar diferencias fácilmente. Esto se pudo apreciar en el segundo gol sevillista. Banega, completamente solo, tiene el tiempo suficiente para pensar y colocar el balón en el sitio perfecto para la carrera de Bacca. El colombiano controla y, a regaña dientes, termina superando a Lux para poner el 2-1 en el marcador. La jugada del gol vino por esa falta de presión a los jugadores rivales en el centro del campo, y termino con el guardameta argentino yéndose al suelo antes de tiempo facilitándole así las cosas al delantero rival.

Medunjanin fue de lo poco positivo en el Deportivo ante el Sevilla.

Solo recuerdo en la primera parte una jugada en la que, tras perder el balón en ataque, el equipo se quedo arriba para presionar los primeros instantes de la salida de balón visitante para robar en campo contrario. Y, casualidad o no, se recupero el balón tan cerca del área que dejo en una situación muy favorable a los jugadores blanquiazules. Fue Juanfran quien recupero el balón y quien provoco una falta en la frontal que se antojaba peligrosa, y que termino siendo el 1-1. Haris Medunjanin, responsable de todas las jugadas a balón parado, fue el encargado de lanzar la falta y colocarla en la misma escuadra haciendo imposible cualquier intento de estirada de Beto, que hizo la estatua convirtiendose en un espectador de lujo ante el magistral golpeo del serbio. No hay duda de que Medunjanin es ya uno de los líderes del equipo, al menos futbolisticamente, de este Deportivo. Por el momento está siendo el mejor en el computo global del inicio de temporada, bien en los mejores momentos del equipo y bien en los no tan buenos.

... y nada en defensa

Si la actuación del equipo en ataque gua mala, en defensa fue todavía peor. La falta de presión a la salida de balón sevillista, que comentamos dentro del aspecto ofensivo, tuvo repercusión en la defensa. Faltó intensidad en la presión, y poco a poco esa falta de intensidad se fue trasladando a todos los aspectos del juego, hasta llegar a convertir la defensa en una autentica "coladera".

Germán Lux:"Estamos compitiendo en Primera y el otro día parecíamos un equipo de Tercera División".

Los propios jugadores declararon tras el partido que el principal problema del equipo a lo largo de todo el encuentro había sido esa falta de intensidad. Falta de intensidad que se apreció en el primer gol. Ya había avisado el Sevilla en un córner anteriormente, en el que Vitolo remato solo y no termino en gol de milagro. Al segundo, otra jugada ensayada y, con Sidnei completamente perdido en el área, M´Bia remata solo en el borde del área pequeña para poner el 1-0 en el marcador. También se pudo apreciar en el cuarto y último gol. Con la defensa completamente deshubicada, Vitolo recibe solo dentro del área por la banda derecha. Los defensas, en lugar de ir a intentar tapar el disparo, se quedan mirando pasivamente a la finalización de la jugada.

Personalmente puedo entender lo de perder, también lo de ser goleado. Si tu rival es superior a ti en todos los aspectos no puedes hacer nada, es así. Pero cuando la derrota, y la goleada, se ve influenciada sobre todo por la falta de intensidad del equipo en general, ya no se puede permitir. Es más preocupante esa falta de actitud, en la que tienen tanta culpa el entrenador como los jugadores, que la situación futbolistica que atraviesa el equipo. Veremos como lo resuelve Víctor Fernández y si logra revertir la situación.

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