sábado, 8 de noviembre de 2014

Un punto muy sufrido

El partido disputado ayer ante el Cordoba se presentaba, pese a las numerosas bajas, como la oportunidad perfecta de sumar la tercera victoria de la temporada justo antes del parón de selecciones. Era la oportunidad perfecta porque el Cordoba era el colista, no venía jugando a un gran nivel y es, para muchos, el peor equipo de esta Liga BBVA. Pero todas las expectativas se esfumaron a la media hora de encuentro cuando Mateu Lahoz, arbitro del encuentro, decidió tomar protagonismo en el encuentro.

En los primeros 10 minutos el Deportivo ya había tenido bastante presencia ofensiva, pero la ocasión más clara sería para el Cordoba. En una falta lejana bastante escorada sin aparente peligro, Postiga cometería un penalti muy claro sobre su marca. Golpe duro para los de Víctor Fernández, pasar de estar dominando el encuentro a ver como el rival podía ponerse por delante sin haber hecho méritos. Sería Fede Cartabia, jugador que más había intimidado a la zaga gallega, el encargado de lanzar el penalti. No creo que fuera el mejor lanzamiento de su carrera, ya que pocas dificultadas, más allá de acertar el lado, tuvo Fabricio para detener el disparo del argentino. Jornada tras jornada el guardameta canario se va asentando todavía más en la portería blanquiazul gracias a sus grandes actuaciones que, de momento, ya han valido dos puntos -empates a cero ante Espanyol y Cordoba- muy importantes ante rivales directos.

Fabricio sigue rindiendo a un gran nivel.

Pero poco más tarde de cumplirse la media hora, el Depor se vería obligado a replegar y casi renunciar al ataque. Con todavía una hora de juego por delante, Mateu Lahoz dejo a los de Víctor con 10 de la manera más tonta posible. Postiga recibe una falta clara, que debía ser sancionada con tarjeta, estando de espaldas a portería. El portugués se levanta rápidamente y pega un pequeño empujón a Iñigo López, autor de la falta, y ve la segunda tarjeta amarilla. Es la primera vez que veo a un arbitro amonestar a un jugador por algo así, por un empujón tan leve que ni el rival se molesto en intentar exagerar en busca de engañar al arbitro. No hizo falta engañarlo, porque él solo se engaño y echo a perder un partido muy importante para el conjunto coruñés.

VF reestruturaría a su equipo en un 4-4-1 con Cavaleiro en punta en busca de velocidad para poder sorprender a la contra, pero esa contra nunca llegó. Suerte que el rival, con todos los respetos, era el Cordoba, equipo al que le cuesta mucho generar ocasiones más allá de acciones individuales. Pese a esas dificultades del rival, el Depor tuvo que sufrir de lo lindo para terminar llevándose un punto del Arcangel. Ahora, con un parón de selecciones por delante, hay tiempo para recuperar a los lesionados -Salomaõ, Lucas, Insua...- y mejorar algunos conceptos del juego que, sinceramente, están bastante verdes. Tiene que salir reforzado, sí o sí, el equipo de este parón. Veremos como se las apaña Víctor Fernández para conseguirlo.

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