lunes, 22 de diciembre de 2014

Vuelta a la rutina

Tras una semana de contrastes, en la que se logró por fin otra victoria en Liga ante un rival directo como es el Elche y en la que se había dado una imagen muy pobre en Copa ante el Málaga, el Deportivo llegaba a El Madrigal con la intención de puntuar en un estadio complicado. Y tan complicado es que, como era de esperar, los de Vícor Fernández se vieron claramente superados por el Villarreal desde el comienzo del partido.

Ya a los diez minutos los blanquiazules iban por detrás en el marcador después de que Jonathan Dos Santos recogiera en el segundo palo un rechace de Fabricio a disparo de Chéryshev. No era la mejor manera para comenzar un partido tan complicado, pero fue lo que tocó. A partir de ese momento, la primera parte fue un constante dominio del submarino. Solo quitando algunos tramos en los que se juntaron por dentro Fariña, Juan Domínguez y Jose Rodríguez; quienes lograron dar algo de claridad al ataque deportivista pero sin llegar a generar un claro peligro entorno a la portería defendida por Sergio Asenjo. De hecho las ocasiones más claras seguirían siendo a favor del conjunto local, que de no ser por Fabricio hubieran dejado el encuentro sentenciado antes del descanso. Y es que el momento de forma por el que pasa el portero canario desde que se hizo con la titularidad, fue concretamente en el partido ante el Valencia, le ha supuesto ser uno de los jugadores que mejor rendimiento está dando. Llegando incluso a transformarse ese rendimiento en puntos para el equipo, pero ayer no fue el caso. Merece la pena destacar también el partido realizado por Sidnei, que fue otro de los salvadores junto con Fabricio, y que se perderá la próxima jornada al ver la quinta tarjeta amarilla. Nada que ver con Lopo, por ejemplo, que no pasa por un gran momento de forma.

Fabricio es ya un pilar fundamental en el Depor.

En la segunda parte el equipo mejoro considerablemente. Y esto se debió principalmente a un simple cambio táctico realizado por Víctor Fernández. El técnico zaragozano desplazó a Jose Rodríguez a la banda derecha, en la primera parte actuó por el centro, para colocar a Luis Fariña en la mediapunta. Esto provocó también el cambio de posición de Cavaleiro, que cambió de banda y se desenvolvió por el costado izquierdo. El simple hecho de modificar la posición de tres jugadores que ya estaban sobre el terreno de juego en el primer tiempo fue determinante en la mejoría del equipo, que llegó a disponer de un par de ocasiones más que interesantes con todavía el 1-0 en el marcador. Pero justo en ese momento, cuando el equipo pasaba por su mejor momento de juego llegando a dominar al Villarreal, un error defensivo permitió a los locales sentenciar el encuentro. A la salida de un córner, el submarino amarillo volvió a meter la pelota en profundidad cuando el Depor estaba adelantando las líneas, y los sorprendió. El balón termino en la banda izquierda en los pies de Víctor Ruiz que, sin mucha oposición, metió un balón al segundo palo hacía Luciano Vietto para que este anotara el 2-0.

Poco más tarde el Villarreal haría el 3-0. Sería otra vez Vietto en una acción muy similar. Contundente derrota para despedir el año, cierto que en un partido complicado ante un rival muy superior, que deja al equipo fuera del descenso pero empatado a puntos con el Granada, equipo que ocupa la primera plaza de descenso. Derrota que supone una vuelta a la rutina, la rutina de la derrota. Veremos si esto afecta al cargo de Víctor Fernández, que hace hoy una semana logró salvar el puesto con su victoria contra el Elche, pero que quizá ahora vuelva a estar en la cuerda floja.

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